El vicepresidente limitó su agenda sólo a la actividad oficial. Allegados lo notan consternado y dicen que no renunciará, pero que su carrera presidencial está en riesgo. Los consejos que le da su entorno.
Notoriamente afectado por los sucesos que se desencadenaron tras la muerte de Néstor Kirchner, Julio Cobos decidió suspender todos los actos de campaña que tenía previstos para los próximos días para concentrarse sólo en sus actividades en el Senado mantendrá el silencio de radio un tiempo más y definirá cómo seguirá su carrera política. Aunque con una novedad: arrinconado como pocas veces en su meteórica carrera política contra la opinión pública, el vicepresidente apunta a resistir en su cargo hasta diciembre de 2011. Sin embargo, comenzó a dar señales de que podría declinar su candidatura presidencial dentro de la Unión Cívica Radical.
El vicepresidente habló por teléfono y se reunió entre el sábado y el martes, en Mendoza y en Buenos Aires, con varios allegados y dirigentes. A todos no sólo les pidió un análisis de la situación y su visión no sólo de las consecuencias políticas de la muerte del ex presidente, sino que también buscó analizar con ellos la reacción posterior (virulenta en algunos casos) de sectores kirchneristas que buscaron empujarlo otra vez a la renuncia.
De la media docena de radicales cercanos a Cobos que fueron consultados por este diario, la respuesta fue unánime, aunque con distintas visiones, cuando se les preguntó sobre la posibilidad de que el vicepresidente vaya a renunciar a su cargo.
“No lo va a hacer, va a respetar su lugar institucional”, dijo uno de los que hablaron con él. “No se va a ir, no quiere ser el nuevo Chacho Álvarez, sabe el lugar que la sociedad les guarda a los que renuncian”, afirmó otro que también estuvo con Cobos en las últimas horas.
A nivel oficial se confirmó que el vicepresidente suspendió una reunión que tenía prevista realizar por estos días con una treintena de empresarios que querían escucharlo, como también visitas programadas en al menos dos provincias del país para este fin de semana. Una de ellas estaba pautada para el viernes en Santa Fe.
“Por ahora no va a hacer declaraciones y se va a mantener dentro de las actividades oficiales”, que incluyeron ayer por la tarde una reunión de labor parlamentaria en el Senado de la Nación.
El consejo que le ha dado la mayoría es esperar a ver cómo evoluciona el escenario político nacional. “Será el destino, será el destino”, cuentan que repetía un Cleto golpeado, en uno de sus encuentros con dirigentes locales el último domingo. Hasta la muerte de Kirchner la candidatura había remontado, luego de meses de caída, producto de la votación en favor del 82% móvil y de que el mendocino comenzó a mostrarse duro ante personajes como el líder de la CGT, Hugo Moyano.
Es más, pocas horas antes de la muerte de Kirchner el dirigente camionero mantuvo una larga conversación telefónica con un legislador nacional ultracobista luego de que éste lo atacara pidiendo que los sindicalistas debían mostrar los libros de sus gremios. El cobismo ventiló esa charla y la relató como un intento de Moyano de bajar la tensión a un posible enfrentamiento. En el entorno del vicepresidente, el ataque fue visto como un refuerzo de la postulación presidencial.
Pero desde hace una semana todo cambió. Según midió la encuestadora OPSM, de Enrique Zuleta Puceiro, en una hipotética segunda vuelta con Julio Cobos, Macri o Alfonsín Cristina ganaría con amplia mayoría, más precisamente por una diferencia de entre 14 y 22 por ciento de los votos.
Otra medición, en este caso realizada por Management & Fit, también realizada durante el fin de semana posterior al fallecimiento de Kirchner, sostiene que “la mayoría sí cree en que Fernández de Kirchner será capaz de profundizar y mejorar la tarea que viene llevando a cabo sin su esposo a su lado. Así lo estimó casi el 70%. La mayoría también cree que, más allá de a quién vote en 2011, la mandataria sería mejor como presidente que Scioli, Macri, Alfonsín, Duhalde o Cobos”.
Pero más allá de las encuestas políticas, la preocupación vicepresidencial está donde estuvo siempre: en la opinión pública. Y por primera vez en mucho tiempo Cobos percibió el rechazo.
“Muchas veces hablamos con el Julio y nunca lo vi así. Esta vez sí, si bien no está dispuesto a renunciar, es la primera vez que me dio la impresión de que después de 2011 se quiere volver a su casa”, sostuvo un cobista mendocino que compartió con Cleto varios encuentros durante el último fin de semana.
“La verdad es que no tiene salida, hoy Cobos es el enemigo público número uno del kirchnerismo. Y lo será también si llega a ser presidente. ¿Cómo hará cuando asuma y toda esa gente salga a la calle a protestar el primer día de su gobierno?, se preguntó un radical, que también puso en duda la candidatura.