Integrante del Grupo de Estudios de Economía Nacional y Popular (GEENaP),
El año que acaba de comenzar es una nueva bisagra para la historia económica argentina. Es un año donde, se contemplara la decisión popular, sobre que país, el pueblo considera mejor para el futuro. Los modelos que llegan en la actualidad a dicha disputa son totalmente antagónicos.
Uno de ellos busca recuperar ciertos privilegios perdidos durante los últimos 7 años y recobrar la impunidad que otorga el poder económico, por sobre los intereses nacionales, volver a ser el eje en la adquisición de derechos en la actuación parlamentaria, retomando las vías del status quo noventista, en su vertiente mas conservadora, donde, mantener la situación inamovible en situaciones de privilegio, genera la doble acumulación de dinero y poder.
Donde, los grupos económicos, recuperen el poder real en los destinos del país y los políticos elegidos, vuelvan a ser meros administradores. Donde los conglomerados empresarios tengan la impunidad de endeudarse fuertemente en el extranjero, al tiempo que reparten y fugan furibundamente sus ganancias al exterior y puedan imponer a los gobiernos de turno, presiones para que el estado socialice las deudas que ellos contrajeron, es decir, ciertos conglomerados empresarios, compartiendo sus deudas con el pueblo argentino desde 1976, pero no han tenido la misma generosidad a la hora de repartir las ganancias que generaron.
Ese es el país, que propone la mayor parte de la oposición, es el que deviene a modo de conclusión de ciertos discursos de las entidades agrarias y de distintos grupos económicos nacionales o transnacionales. Donde los sectores populares vuelvan a ser el hilo mas fino, por donde se generen los cortes y recortes a sus esperanzas de progreso, donde estos sectores humildes vuelvan a subsidiar el nivel de vida de las clases acomodadas, donde el endeudamiento genere el hipotecamiento de las generaciones venideras como ocurrió desde el año 1976 hasta 2003. Donde el mayor problema de “la gente” no sea el “caos de transito”, sino el desempleo, la pobreza, el hambre, la indigencia y la miseria. Puede suceder que nos equivoquemos en este análisis, pero el sentido común indica que, de aquel tiempo anárquico del “que se vayan todos”, generó que todos los que tenían que irse, se quedaran y la dialéctica de la historia los agrupara en su gran mayoría, en lo que se define como oposición o “Grupo A”.
El otro modelo de país, lo aporta el oficialismo, que con administración, gestión y decisión política, anteponiendo el debate de ideas y la discusión económica por sobre todas las cosas, ha logrado lo que muchas otras anteriores gestiones gubernamentales no lograron. Reducir el desempleo a niveles históricos, recuperando millones de puestos de trabajo, devolviendo la dignidad al pueblo trabajador, al mismo tiempo desendeudar al país provocando que día a día, cada niño, que en el año 2002 nacía con una deuda heredada en términos de los $24.266, hoy se encuentra en algo mas que la mitad de deuda prenatal cercano a los $12.730. Pero no se quedo solo allí la gestión del actual gobierno, sino que tomo la iniciativa, y propicio el contexto necesario para incrementar la participación de los trabajadores en el Producto Bruto Interno. Impulso como ningún otro de sus antecesores, la universalización de derechos, desde las jubilaciones hasta la asignación universal, desde el reconocimiento de los derechos del personal hogareño hasta los programas de microcréditos, las cooperativas de trabajo y los micro-emprendimientos. Viendo cifras, uno puede determinar, que la indigencia en Argentina se vio aplastada con la asignación universal, que los niveles de pobreza se redujeron de forma importante y que además provoco el efecto buscado y deseado en su diseño, el incremento de la matricula escolar en términos de un 25%. Con esto también queremos explicitar, que el gobierno de Cristina Fernández, salio del practicismo tan costoso de las políticas neoliberales focalizadas y se embandero en la universalización de derechos y la integralidad de las políticas adoptadas. Cabe destacar, que la asignación universal, no fue una propuesta de la plataforma electoral del gobierno, sino que provino desde pronunciaciones realizadas por la oposición. A la salvedad realizada, debemos agregar que la misma se contemplaba desde el diseño opositor, con el triple de erogaciones presupuestarias, con un diseño redistributivo nulo y sin interpretar la integralidad de la situación social de los sectores desprotegidos.
Ahora bien, expuesto este panorama electoral, en el que por cuestión calendaria, la Argentina atravesara durante el ultimo trimestre del presente año, cabe destacar la necesidad de marcar, una plataforma política integral, que permita profundizar el modelo económico actual.
Para poder realizarlo, se deberá reforzar la presencia del estado en la economía argentina, con mayores controles, inter e intraorganismos, realizar controles cruzados e integrales entre Afip, Anses, Banco Central y la Unidad de Información Financiera, para detectar las irregularidades impositivas, financieras y del mercado de trabajo aun existentes a pesar de los enorme y profundos cambios realizados desde mayo de 2003.
Tanto Anses como el Banco Central, han tenido desempeños administrativos muy notorios, por un lado, desde Anses, se continúan mejorando semestre a semestre los ingresos de los jubilados argentinos, se continúan financiando a través de recursos genuinos, emprendimientos productivos de distintos sectores de la industria, generando mayores puestos de trabajo y mayores niveles de recaudación en la seguridad social, incrementando el padrón de la Asignación Universal por hijo, y ampliando el acceso a pensiones y contribuciones que por derecho le correspondían llegando a personas que no podían acceder por desinformación o por inaccesibilidad territorial a través de la enorme cantidad de operativos realizados durante 2010. En tanto que la gestión de Mercedes Marcó del Pont, en el BCRA, habilitó el pago de deuda externa con reservas de libre disponibilidad para 2010, mantuvo un impecable flotación del dólar, e incremento nuevamente el nivel de reservas en cifras que vuelven a marcar récords, por encima de los US$ 51.000 millones, debemos volver a resaltar, que es la primera vez en la historia que el país se desendeuda en el exterior al mismo tiempo que incrementa sus niveles de reservas.
Es también menester, analizar algunos datos puntuales, otorgados por Afip en los últimos días, a partir de una ampliación superior al 200% interanual en los operativos de fiscalización durante el 2010, la recaudación fiscal marco un nuevo record histórico, creciendo al 34,5 % respecto al acumulado anual del año 2009. Esto significó un mayor compromiso de la Agencia, en los operativos fiscalizadores, para hacer un poco más justo, un sistema tributario bastante desigual de acuerdo a la legislación vigente.
El crecimiento recaudatorio, refleja una ampliación del IVA Neto en términos de un 33,2 %, mientras que el crecimiento de la participación del Impuesto a la Ganancias se incrementó a niveles del 38%, hecho que demuestra que durante el 2010, se redujo la brecha de contribución entre los que más ganan y los que menos ganan. Pero el dato sobresaliente, es el acumulado de la evolución en materia recaudatoria, donde la recaudación en dólares en la Republica Argentina, en el año 2010 fue un 241% mayor que la recaudación fiscal de 1996 y casi un 650 % a la del año 2002.
Se están realizando investigaciones conjuntas sobre evasión y elusión, entre los organismos anteriormente mencionados, con graves casos de grupos empresarios nacionales y transnacionales. Casos como el de Cargill, Bunge, Dreyfus, Molinos Río de la Plata, el Grupo Clarín, sectores de la salud privada con respecto cirugías estéticas. Pero a partir de estas, comienzan a asomarse algunas otras cuestiones relevantes y de una importancia aun mayor, como el trabajo en condiciones de reducción a la servidumbre, descubiertos durante los últimos días en la Transnacional Nidera, en Southern Seeds Production SA. y en Status Ager. Estas cuestiones, refuerzan aun más la necesidad de reformar los controles interinstitucionales e interministeriales, del trabajo conjunto.
A raíz de esto, es aun más preponderante poner sobre el taburete del congreso, la reforma del estatuto del peón rural, que impulsara Néstor Kirchner durante el año pasado. Dignificar a los trabajadores rurales, incluirlos en el sistema laboral, reconocerlos como trabajadores con derechos, con una jornada de trabajo determinada, con aportes jubilatorios y seguridad social, para reducir estas situaciones a la minima expresión y que nunca puedan volver a ocurrir.
Por lo tanto, para profundizar el modelo económico, se deberán incrementar las políticas de redistribución del ingreso, que permitan llegar al estado a sectores que han sido pauperizados durante los últimos 35 años y que a pesar de los importantísimos avances realizados en estos 7 años, todavía no se han podido alcanzar avances con este sector. Impulsar la reforma de la ley de entidades financieras para la democratización del crédito bancaria y ampliar el control de la industria especulativa, contemplar la imperiosa necesidad de una reforma impositiva que progresivamente genere la equidad tributaria en base a las capacidades reales de pago. Incluir la reforma de la ley de quiebras, que permita a los trabajadores preponderancia ante la posibilidad de recompra de empresas, en casos de vaciamiento empresario. Mantener los controles de precios y profundizar el fomento de la competencia, incrementando aun más la participación pyme en el PBI.
Para esto no hay forma mas efectiva de hacerlo, que tomar las riendas del asunto, desde el ámbito gubernamental en todos sus niveles, desde la militancia y desde los sectores intelectuales, para generar la suficiente masa critica que acompañe estas decisiones, que no serán una victoria electoral del oficialismo, sino una victoria del pueblo argentino todo, permitiendo incrementar la independencia económica, fortalecer la soberanía política y aumentar la justicia social.