Sensaciones poco comunes...

No es común que me siente a escribir, más bien soy de pocas palabras. Mucho menos común es que escriba sobre cuestiones vinculadas a la política, están lejos de ser mi fuerte.

Pero hoy, hoy es diferente, hoy no es un día común. La desaparición física del pingüino (no digo muerte porque como dijo un compañero ‘no lo enterramos, lo sembramos’) me ha movilizado tanto que siento la necesidad de sentarme a escribir.

No para enumerar los aciertos durante su gestión de Gobierno, tampoco para destacar la labor que en la actualidad lleva adelante Cristina, sólo tengo la intención de por un lado, expresar un sentimiento y por el otro, transcribir un puñado de intensas sensaciones por las que transité desde que me enteré de la desgraciada noticia hasta que volví de la plaza, a la que fui con mi mujer, otra cosa que no es común.

Empiezo por las sensaciones. Al principio no creí, no quise creer, aún hoy me cuesta hacerlo. Luego angustia, tristeza, inmenso dolor, sensación de injusticia, rabia, bronca . . . . . . . . . justo él ? Porqué ahora ?

Con el correr de las horas mis sensaciones fueron cambiando, seguramente influyó el hecho de ver que a muchos les pasaba lo mismo que a mi, que muchos pensaban y sentían como yo. No había vuelta atrás, pero sentirme acompañado y a la vez ser compañía de otros me dio cierto alivio y de a poco me fui tranquilizando. Surgió la calma y por que no, también alegría. No es común que en ese contexto se haga presente la alegría ¿no? Pero que importa ! Si al fin y al cabo no era un día común.

Finalmente irrumpió la esperanza, refrescante como viento sureño, la esperanza concreta de que esto no haya sucedido en vano. La masiva presencia de los jóvenes con su natural empuje, la fortaleza de los abuelos, el coraje de las mujeres, muchas con sus hijos, el ver codo a codo al de traje y corbata con el laburante de barrio, dan pie y sostienen esa sensación de esperanza, de optimismo.

Me vuelvo a casa con la certeza de que aún resta mucho por hacer y hay que hacerlo juntos. Y me refiero al sentido amplio de la palabra. Ya no hay lugar para viejas costumbres, ni para seguir midiendo con el ‘Peronómetro’, las estructuras partidarias no deben ser fronteras, deben ser puentes que acerquen y contengan a todos aquellos que defendemos y queremos un país para todos.

El ‘PRIMERO LA PATRIA’ debe hacerse carne y transformase en bandera. El pueblo ya eligió y se manifestó a favor de un modelo nacional y popular. Es momento de unidad y es también una nueva oportunidad que se nos cruza en el camino. No la desaprovechemos.

Cómo dije al principio, no es común que haya escrito esto, pero no fue un día común, él no era un tipo común.

GRACIAS PINGÚINO Y TODOS CON CRISTINA!!!


Gustavo Suárez
Dirección de Planificación
Secretaría de Desarrollo Social
Municipalidad de La Matanza