Abal Medina: "Es una boludez" que Kirchner estuviera peleado con Moyano
Murió Haydée Frizzi de Longoni, colaboradora de su amiga Evita y militante de toda la vida
La dirigente, que llegó incluso a actuar de enlace entre Perón y la resistencia, tenía 99 años. Su velatorio se realiza desde anoche en Moldes 769, en el barrio porteño de Belgrano.
Vinculada al coronel Juan Perón en los comienzos de su gestión en la Secretaría de Trabajo y Previsión, colaboró en la redacción de las primeras normas de esa época sobre el trabajo femenino.
Aun antes de haberse constituido la Fundación Eva Perón, había hecho amistad con María Eva Duarte, de quien también fue consejera en temas específicos como la niñez y la mujer desprotegida.
Sus criterios en esas materias influyeron en la intervención y descabezamiento de la antigua Sociedad de Damas de Beneficencia, en la creación de los hogares-escuela y la reorganización de la Casa Cuna.
La docencia era su mundo. No por eso dejó de ser militante activa y tras los sucesos de 1955 fue violentamente perseguida y separada de cátedras ganadas por concurso incluso en épocas anteriores al peronismo.
Se incorporó a la resistencia peronista y junto con su esposo, Guido Longoni, se convirtió en uno de los enlaces de la correspondencia reservada que enviaba Perón desde el exilio. El matrimonio Longoni fue, con su militancia, determinante en la difusión de sucesivas directivas del líder, como el voto en blanco o el apoyo a Frondizi.
En 1969, la pareja viajó a Europa y en la residencia de Puerta de Hierro ambos fueron recibidos por Perón.
Austeramente, en 1973, ya viuda, aceptó el reintegro a las cátedras de las que había sido despojada 18 años antes.
En diciembre de 1983, Haydée fue integrante de la Comisión de Enlace peronista y en 1984 formó parte del Comando Superior del Movimiento Peronista.
Fue estrecha colaboradora de Italo Luder en la campaña presidencial de 1983 y de Eduardo Duhalde en 1999.
Fue miembro del Club del 45 desde su fundación, y también de la agrupación Oestherheld.
En años recientes, y pese a mantener el bajo perfil que siempre la caracterizó, homenajes y reconocimientos hicieron pública su condición de una de las últimas sobrevivientes de la gesta fundacional del peronismo.
En dos videos del Gobierno Nacional sobre Eva Perón figuran testimonios suyos y ambos son guardados por el Instituto Eva Perón, entidad que asimismo produjo otro sobre la trayectoria de Haydée Frizzi de Longoni.
Había nacido el 8 de de diciembre de 1911. Se graduó de doctora en Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, y ejerció la docencia en establecimientos secundarios.
Fue profesora titular de Historia en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y en la de la Universidad Nacional del Litoral.
Formó parte del Consejo Nacional Universitario, fue decana de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de La Plata y de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Católica de esa ciudad.
Presidió el Fondo Nacional de las Artes en 1975 y 1976, fue miembro de número del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas "Juan Manuel de Rosas", miembro correspondiente de la Academia de Artes y Letras de La Habana, Cuba, y presidenta del Instituto Dorreguiano.
Ejerció intensamente su vocación de escritora y fue fundadora y secretaria de la Asociación de Escritores Argentinos (ADEA).
En 1942, publicó "El motín de Tagle y la asonada del 19 de marzo de 1823" (1942), obra prologada por Enrique Udaondo que mereció el primer premio "Humanidades" y medalla de oro por parte de la Institución Mitre, así como el primer premio Chorroarín.
En 1947 se editó "Rivadavia y la reforma eclesiástica", que había obtenido dos años antes el primer premio de la Sociedad de Historia Argentina; "Rivadavia y la economía argentina", con prólogo de Juan Pablo Oliver, y "Las sociedades literarias y el periodismo", que fue prologado por Carlos Ibarguren y que había merecido el primer premio en el concurso de historia de 1946.
Esposa del doctor Longoni, eminente médico clínico, compartió con éste una intensa convicción peronista, derivada a su vez de un fecundo paso común por la política universitaria.
Considerada por Arturo Jauretche "la primera mujer historiadora revisionista de la República Argentina", continuó sus tareas de investigación hasta muy avanzada edad.
Dejó dos libros inéditos: "Historia de los predios en donde hoy se ubica la Biblioteca Nacional" y "La Casa de Braganza y su intervención en el Río de la Plata", realizados ambos en colaboración con su hija Silvia.
De Mujer a Mujer...
El Pueblo del Bicentenario
Exclusivo: fragmento de la anomalía argentina, el nuevo libro de Ricardo Forster.
Tiempo Argentino
Los días argentinos no dejan de sorprendernos. Lo esperado y el azar se entrelazaron para devolvernos la imagen de una historia abierta, compleja, laberíntica, tumultuosa y aluvional...
De a centenares de miles, viniendo de todas partes, cruzando las fronteras que separan la ciudad de los suburbios, subiéndose a colectivos y trenes, a subtes y autos, o simplemente caminando para apurar las cuadras que los separaban de un centro que durante cuatro días de increíble intensidad, se reencontró con su pasado mítico, con sus leyendas de arrabales tangueros y de marchas obreras, la multitud invisible se transformó en el pueblo del Bicentenario (...)
(...) Todos, cada uno de nosotros, fuimos sintiendo la potencia de la transfiguración; pudimos percibir que algo inusual y extraordinario sacudía las entrañas de un país siempre anómalo y extraño, pero a la vez intenso y desafiante. La ciudad se abrió y los cuerpos se movieron con libertad desprendiéndose de los miedos impuestos, de esos trazos de ficción mediática que apabullaron desde pantallas y rotativas la cotidianidad de los argentinos hasta construir la imagen de una sociedad en estado de guerra y de intemperie, asolada por la inseguridad y prisionera de una violencia autodestructiva que, siempre, asumía el rostro del oscuro habitante de esos arrabales transformados, gracias a las retóricas del amarillismo y el racismo, en zonas del mal. Desde allí vinieron de a miles y miles desmintiendo, como lo han hecho en otras ocasiones memorables de nuestra historia, a quienes, desde el desdén y la más cruda violencia del lenguaje discriminador, repiten incansables que los mueve el clientelismo y el choripán, la promesa de alguna dádiva o la obligación de no quedar mal con el puntero del barrio. Los velos se cayeron, se derrumbó el discurso hegemónico y monocorde de la corporación mediática. Estalló en mil pedazos la palabra “crispación”. Y las calles del centro mutaron en calles de fiesta y regocijo, de asombro y participación (...)
(...) Allí, en la ciudad libre y lúdica, tumultuosa y festiva, no estuvo la “gente”, ese nombre forjado para excluir e invisibilizar al otro, para restarle su humanidad transformándolo en una amenaza o en la plebe oscura y sin nombre. La “gente” quedó atragantada en la garganta de periodistas formateados para diferenciar a los lindos de los feos, a los limpios de los sucios, a los ciudadanos que se manifiestan espontáneamente de los oscuros objetos del clientelismo o del piqueterismo.
Allí hubo pueblo, diverso y múltiple, portador de lenguas y tradiciones, amalgama de lo distinto y de lo semejante, tumulto de colores y de grafías. Pueblo que recuperaba sueños olvidados, que se dejaba agasajar después de tantas frustraciones, rompiendo en mil pedazos el discurso que nos enseñó a establecer una brutal equivalencia entre multitud y homogeneidad, entre pueblo y monotonía autoritaria, entre la masa oscura y las personas pensantes y autónomas. No estuvo un pueblo bucólico, ni un pueblo virginal. No hubo ni hay pueblo puro. Hay luces y sombras danzando a contraluz de la historia argentina, como las que pudimos ver desfilar entre vanguardismos estéticos, giros brechtianos y arquitecturas monumentales que cruzaban, de un modo desafiante, lo artístico y lo político. Allí estuvo el pueblo de la Independencia y el de las dictaduras, el de los anarquistas soñadores y el de la locura especulativa, el de la Constitución quemada y el de la fiesta democrática, el del dolor inconmensurable de las Madres, el del infinito reclamo de justicia y memoria y el de los silencios resignados.
Pueblo manchado y vital. Como si en los claroscuros de la historia, en el interior de sus pasadizos secretos, la palabra pueblo pudiera narrar lo mítico y lo soñado, lo esperado y lo perdido, la fuerza del acontecimiento que parte aguas y la monotonía de los tiempos de la resignación y el olvido. El pueblo es, también, lo que bordea el peligro, lo que a veces se aventura detrás de lo inesperado mientras brota haciendo saltar los goznes de una realidad enturbiada y estancada. Otras veces ese nombre fue pronunciado –y algo de eso se contó en los muros del Cabildo y en las avenidas capturadas por el desfile de las carrozas y la contemplación entre deslumbrada y fervorosa de la multitud– para legitimar las páginas más ignominiosas. El pueblo es movimiento, mutación, herencia y memoria, es cuerpo sobre el que las escrituras de la historia van dejando sus huellas indelebles aunque se las intente borrar.
Pero el pueblo es también el giro de los tiempos que interpela siempre de un nuevo modo aquello que lo constituyó. Cada generación reinterpreta el pasado de acuerdo con sus necesidades, sus prejuicios y sus ensueños de aquello siempre esperado como reparación y oportunidad, convirtiéndolo en fuerza vital y en actualidad, dándole sentidos tal vez impensados en otras encrucijadas de nuestra historia. Como si algo de lo excepcional se hubiera derramado sobre este presente para iluminar de otro modo nuestra travesía como nación. Como si lo inimaginado se hubiera encontrado con ese sujeto olvidado y ninguneado, produciendo un acontecimiento del cual todavía no alcanzamos a descifrar su proyección. Intuimos que lo desplegado en estos últimos años, que fue invirtiendo la marcha decadente y brutal de una Argentina capturada por la cultura del egoísmo y la especulación del capitalismo neoliberal, tuvo mucho que ver en las jornadas multitudinarias del Bicentenario. Como si lo inaugurado otro 25 de Mayo, pero de 2003, con sus intensidades y sus difi- cultades, con sus apuestas riesgosas, sus aciertos y sus errores, hubiera encontrado el difícil camino que nos fue llevando, tal vez sin preverlo ni imaginarlo de este modo y con tal magnitud, a la reaparición del pueblo.
Una reaparición que se vincula directa y decisivamente con el también arduo ejercicio de rescatar a la política de su envilecimiento, de volver a ponerla en el centro de lo democrático como un instrumento sin el cual las sociedades quedan prisioneras de los arbitrios de las “gestiones empresariales” y de los tecnócratas del establishment. La política como lugar del litigio por la igualdad y como lengua que se instala para desmentir las falsas e ilusorias retóricas de la unidad y del consenso que suelen ocultar la perpetuación de las injusticias y las desigualdades. Porque este 25 de Mayo no es apenas un acontecimiento festivo, un baile de máscaras sin rostros por detrás. Es, ha sido, la emergencia de una posibilidad aparentemente saldada o extraviada, la posibilidad de situar lo político en el corazón de la democracia, sin renunciar a dar la batalla por la distribución de la riqueza, la refundación del Estado, la recuperación imaginativa del espacio público, la reparación de las injusticias del pasado en los tribunales del presente y de inscribir este tiempo argentino en nuestro muchas veces olvidado destino sudamericano.
Hemos sido testigos y participes de días luminosos. Días irrepetibles, únicos, que dejarán su impronta en lo por venir. Días que nos desafían y nos ofrecen el raro privilegio de ser actores de la historia, de esa misma colmada de fantasmas convocados por el arte y la política, que estuvieron en la maravillosa galería de los patriotas latinoamericanos, que pasearon entre nosotros bajo los rostros de José Martí, del Che Guevara, de Emiliano Zapata, de Tupac Amaru, de Artigas, de Evita, de Allende, de Sandino, de Bolívar, de San Martín y de tantos otros que hacen a la memoria y a la trama subterránea de un continente caliente, desmesurado y libertario. Días del pueblo que dibuja los trazos de una Argentina ansiosa de ir en busca de la igualdad, la libertad, la justicia y la fraternidad. Algo de eso pudimos sentir en la piel, en el corazón y en la reflexión mientras -como escribió Elías Canetti en la encrucijada de otra historia- nos dejamos llevar por el vértigo y la fiesta de lo colectivo.
Nueva señal de la Televisión Digital Terrestre: INCAA TV
La Presidenta Cristina Fernández encabezó el lanzamiento del nuevo canal digital INCAA TV, que transmitirá películas, de las cuales el 70 por ciento será de producción nacional, 20 de iberoamericanas y 10 por ciento en otras lenguas. De esta manera, INCAA TV se suma a canal Encuentro y al infantil Paka Paka, las otras dos señales del Estado que se pueden ver por TV Digital Abierta.
El canal transmitirá a partir del 1 de enero en forma ininterrumpida las 24 horas, películas argentinas de todas las épocas, al tiempo que fomentará a través de su propuesta de difundir producciones de otros países de nuestro continente, nuestro reconocimento como parte de la Patria Grande latinoamericana. A este enorme paso cultural en la reivindicación de nuestra identidad como parte del continente latinoamericano, se suma además lo que la Secretaría de Cultura de la Nación ya había anunciado: durante el último año, la influencia de las industrias culturales en el Producto Bruto Interno ascendió al 3.5%, destacándonos por sobre países de la región, e incluso de continentes con potencias del primer mundo. Son los 2 factores importantes a los que se refirió la Presidenta de la Nación hoy en Olivos durante la presentación del canal: Una industria poderosa, generadora de fuentes de trabajo, como es el cine, y el arte, elemento vital en la identidad de la Nación.
El nuevo canal tendrá alcance a todo el país en forma gratuita a través de las antenas de Televisión Digital Abierta (TDA), a través de los decodificadores entregados por el gobierno nacional en el canal 604, y también, a partir del 1 de enero de 2011, estará también disponible en el canal 34 de Telecentro.
La idea es que todo el país pueda acceder en forma gratuita al espectáculo de la televisión, del cine, del fútbol, de los programas infantiles, de las telenovelas. Esto también es Ley de Medios.
"El desafío para el 2011 es la apertura de más mercados y embajadas"
El canciller Héctor Timerman afirmó hoy que el desafío de su cartera para el 2011 apunta a la "apertura de más mercados comerciales y embajadas" al tiempo que reiteró que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner "tiene el liderazgo político y es la mejor persona para conducir los próximos años a la Argentina"
"El 2010 fue un buen año en términos de gobernabilidad y desarrollo. Tenemos un 2011 con buenas perspectivas, vamos a tratar desde la Cancillería de abrir los mercados comerciales, especialmente para las pymes, y también embajadas y secciones comerciales", dijo Timerman en declaraciones a Radio La Red.
En cuanto a la continuidad de las políticas, el canciller reiteró que "Cristina tiene que ser la candidata" porque "es la mejor persona para conducir los próximos años a la Argentina" y porque tiene "el liderazgo político" para "llevar al pueblo al desarrollo, aprovechando los tiempos actuales de bonanza económica".
Al ser consultado sobre las versiones publicadas hoy por el matutino `La Nación` sobre posibles cambios de Gabinete, el canciller dijo: "No se de donde sacan esas historias".
Aseguró que "jamás" habló con la Presidenta de un cambio de gabinete, "ni con ninguno de sus colaboradores".
En cuanto a la relación bilateral con Brasil el canciller dijo que "el 2010 fue el mejor año para Argentina y Brasil desde el punto de vista comercial", y señaló que "en la última cumbre de Foz de Iguazú se avanzó mucho en acuerdos políticos.
Timerman también se expresó respecto a la reciente decisión del la Argentina de reconocer al Estado palestino, y aseguró que "las relaciones con Israel están muy bien".
"Tengo planeada una visita a Jerusalem, me parece que no ha habido un desencanto, no creo que hayan sufrido las relaciones por un acto natural que ya lo hicieron más de 100 países", dijo.
Incluso, contó que tuvo una reunión bilateral con su par de Palestina, Mahmoud Abbas, y durante la misma se hizo presente el presidente del Estado.
Tras este encuentro, el presidente palestino envió una nota al gobierno argentino expresando su rechazo al terrorismo y su repudio por el ataque a la AMIA, que mató a más de ochenta personas en 1994.