Subejecución de las partidas presupuestrias, mayor endeudamiento y a tasas superiores a la de otros distritos, aumento de los impuestos altamente superiores a los de la inflación, caída de los presupuestos de vivienda, salud y educación, aumento exponencial de la planta de empleados, políticas diferenciadas a favor del norte rico y en contra del sur pobre, incumplimiento en cuanto a la cantidad de edificación de escuelas, hospitales y de kilómetros de subte construidos. Son estos los principales aspectos que presenta la gestión de Mauricio Macri al frente del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Ese exitoso presidente de Boca Juniors que tres años y medio atrás asumía el Gobierno porteño para terminar con todos los vicios de la política e impregnarla de la eficiencia empresarial que él garantizaba, presenta actualmente un desempeño mediocre y, consecuentemente, una abrupta caída del capital electoral en comparación con el que lo catapultó al poder. A partir de sendos informes elaborados por los equipos técnicos de los legisladores porteños Gonzalo Ruanova, Aníbal Ibarra y Martín Hourest, queda claro que aquel lema tan PRO de “Haciendo Buenos Aires” quedó sólo registrado en esos llamativos carteles amarillos de campaña.
Subtes de tramo corto. Uno de los caballitos de batalla de Macri en la campaña fue la promesa de construir 10 kilómetros de subte por año. Lo concreto es que apenas lleva construidos 450 metros. “Ese tramo corresponde a las obras de la línea H correspondientes al túnel que une las estaciones de Once y Corrientes y que ni siquiera fueron licitadas ni comenzadas por esta gestión”, afirma el informe elaborado por el legislador Ruanova, de Nuevo Encuentro. Además, tanto en 2009 como el año pasado, se ejecutaron el 32,6% del presupuesto sancionado, por lo que se dejó de utilizar $ 900 millones, ya que las licitaciones no estaban preparadas.
Basura con muchos ceros. Lejos de cumplir con la ley Basura Cero –que busca reducir progresivamente el enterramiento y la incineración de residuos– el gobierno de Macri aumentó enormemente el gasto que implica la recolección de basura. En 2007, último año de la gestión de Telerman, se gastaron algo más de 730 millones pesos en la recolección de residuos, en tanto que el año pasado llegó a los 1.600 millones de pesos. De acuerdo a estudios elaborados por los equipos del legislador de Diálogo por Buenos Aires, Aníbal Ibarra, no sólo aumentó el costo en un 132% en tres años, sino que además la participación del gasto de la basura en comparación con el gasto total de la Ciudad pasó de ser 7,38% en 2007 a 8,21% en 2009. El gasto también resulta injustificado si se lo compara con el de otras ciudades. De acuerdo a un relevamiento realizado por Martín Horest, del bloque GEN, mientras que Buenos Aires gasta por habitante $ 448, el promedio en los municipios de Santa Fe, Córdoba y Rosario es de $ 145.
La deuda más cara del país. La histórica baja relación ingresos/deuda que tuvo la Ciudad de Buenos Aires le permitió colocar bonos de deuda en el mercado financiero a baja tasa. Sin embargo, con la llegada de Macri esta tradición desapareció. El año pasado colocó deuda a una tasa del 12,5% anual que contrasta con el 9,75% conseguido por Chubut, el 11,75% de la provincia de Buenos Aires y el 12,4% de Córdoba. Pero además, el gobierno macrista incrementó la deuda en un 150%, sin que exista alguna “obra importante nueva que justifique semejante variación”, afirma el informe de Ruanova.
Privatización de la educación. Durante la campaña, Macri prometió construir 20 escuelas pero lo real es que sólo construyó dos. Pero además, la educación pasó de ser el 23,38% total del Presupuesto en 2007 al 22,14% en 2009. Paralelamente, en estos años aumentó la transferencia a la Educación Privada: en 2007 era de un 15% y en 2009 pasó al 18,46%. El grave estado edilicio en el que se encuentra gran cantidad de las escuelas porteñas se explica en que la ejecución en materia de infraestructura escolar fue del 61,64% de lo presupuestado en 2009 y del 56,93% en 2008.
Ñoquis a la PRO. Pese al discurso antiestatista del mandatario porteño, los funcionarios políticos aumentaron el 95% en un sólo año. Pasaron de 644 en 2010 a 1.256 en el actual. El aumento de la planta política ha sido una constante en los años de gobierno de Macri. En 2006, los funcionarios políticos representaban el 0,3% del total del personal del Gobierno porteño y pasaron a representar casi el 1% en el corriente año. De acuerdo al informe de la gente de Ruanova, a la par del aumento de cargos públicos se incrementaron los recursos para sostener a las autoridades superiores. Pasaron nada menos que de $ 8,6 millones en 2007 a $ 100 millones en 2010.
Casas para pocos. Mientras que en sus discursos proselitistas Macri prometía construir 10.000 viviendas por año, en el año 2009 el Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) solicitó permiso para construir apenas nueve unidades. En estos tres años y medio de gestión, se produjo un marcado descenso en la inversión del IVC. Si en el año 2007, representaba el 2,9% de los gastos totales del Gobierno, en el cuarto trimestre de 2010 pasó a representar el 1,1%. Sin embargo, pese la deficiente gestión en materia de viviendas, Macri y sus ministros prefirieron acusar a la “inmigración descontrolada” a la hora de explicar conflictos como el de la ocupación de parque Indoamericano.
¿Y el hospital de Lugano? Macri prometió construir un hospital en Lugano, algo que evidentemente no cumplió. También aseguró que hospitales de referencia en las ocho zonas sanitarias. A seis meses de terminar su mandato, construyó apenas tres centros de salud y ninguno de ellos en la Comuna 8, que abarca a los barrios más pobres de la Ciudad. Difícilmente lo podría haber hecho si el Ministerio de Salud perdió dos puntos de participación en el presupuesto, lo que equivale a $ 420 millones. Paralelamente, crecieron los presupuestos en Justicia y Seguridad (34%), Desarrollo Urbano (45%) y Ambiente y Espacio Público (33%).
http://sur.elargentino.com/notas/la-gestion-de-macri-quedo-lejos-de-las-promesas